Este próximo sábado, 2 de julio, llegarán a San Sebastián 29 niños y niñas saharauis para disfrutar de unas “vacaciones en paz” lejos de los campamentos de la población refugiada en Tinduf, en pleno desierto argelino. Este año llegarán un total de 323 niños y niñas saharauis a Euskadi, de los que 111 recalarán en diferentes poblaciones de Gipuzkoa.
La llegada está prevista al aeropuerto de Bilbao y desde allí se dirigirán a la Haima que se encuentra ubicada junto al Museo de San Telmo, donde se reunirán con sus familias donostiarras de acogida. Los niños y niñas que ya han venido en años anteriores se reencontrarán con sus familias acogedoras, y las pequeñas y pequeños que lleguen por primera vez conocerán a las que serán sus familias durante los próximos meses de verano.
La concejala de cooperación, Duñike Agirrezabalaga, ha señalado que “el objetivo de esta actividad es aliviar las duras condiciones de vida a las que están sometidos estos niños y niñas, que han nacido en campamentos de población refugiada en el desierto argelino. Entre las carencias más significativas de estos niños y niñas se encuentran las más básicas como las alimenticias, sanitarias y las educativas. Duras condiciones ocasionadas también por el gran contraste de temperaturas, dificultades para acceder al agua, una vida organizada con carácter de provisionalidad que no acaba por concluir, escasos recursos propios y una supervivencia garantizada sólo mientras continúe la solidaridad internacional y la ayuda humanitaria.”
Otro de los objetivos, en palabras de Agirrezabalaga, es “estrechar los lazos de hermandad entre ciudadanos y ciudadanas de diferentes culturas, que tienen otras creencias y costumbres, maneras de pensar radicalmente distintas... Con ello, hacemos más real y efectivo el hermanamiento entre San Sebastián y Bojador, en la República Árabe Saharaui Democrática.”
Gracias al programa “Vacaciones en Paz”, que cumple ya 30 años, se atiende el estado de salud de los niños y niñas saharauis, se les da a conocer cosas que el desierto no ofrece, disfrutan del mar, conocen el funcionamiento real de una ciudad como la nuestra, comparten el día a día con niños y niñas donostiarras, etc.
Los niños y niñas con edades comprendidos entre los 10 y los 12 años, aproximadamente, permanecerán los dos meses de vacaciones en familias donostiarras que colaboran en esta actividad de manera absolutamente desinteresada, contando en todo momento con la atención y asesoramiento de la responsable de Oporrak bakean y del traductor contratado a tal efecto.
Las familias, previo aviso y autorización municipal y siempre y cuando la adaptación de los y las menores sea buena y no existan razones médicas que lo requieran, podrán salir de vacaciones a cualquier lugar del Estado.
La familia se hará cargo de la estancia completa del niño o niña saharaui como si fuera un miembro más de la misma, pero contará siempre con el apoyo de la responsable del programa y del traductor contratados, para su asesoramiento, apoyo y organización de algunas actividades lúdico- recreativas de carácter voluntario.
Dadas las duras condiciones de vida en los campamentos, es conveniente hacer una revisión médica general a todos y todas las menores saharauis. Las infecciones de oído, parásitos o problemas de anemia son bastante comunes. Esta parte del programa que es posible gracias a la participación en el programa de los servicios sanitarios municipales, pediatras y enfermeras, y al Servicio Vasco de Salud de Osakidetza, es fundamental para mejorar la calidad de vida de estos niños y niñas.