La Concejalía de Proyectos y Obras ha adjudicado a TEUSA Técnica de Restauración, S.A. la ejecución del proyecto de rehabilitación del macizo rocoso del Peine del Viento por un importe de 21.483,99 euros. El plazo de ejecución será de un mes, aunque habrá que esperar otros cinco meses más, para comprobar si se logra el objetivo final que es la estabilización de la ladera del conjunto monumental. La intervención se realizará en una superficie cercana a los 50 metros cuadrados. Si el resultado es positivo, se extenderá la operación a los 1.000 metros cuadrados restantes.
El concejal de Proyectos y Obras, el socialista Enrique Ramos, ha explicado que “el área de intervención se encuentra en el frente noreste del espacio público que sirve de antesala al grupo escultórico, concretamente, comienza tras la pared de la roca saliente y la que se encuentra más expuesta a la influencia del mar, cuya salpicaduras aportan continuamente sales que no pueden ser lavadas por la lluvia produciéndose un efecto mecánico y desecante.”
Los trabajos que ahora comienzan responden a las directrices del proyecto que la familia de Peña Ganchegui ha elaborado. Un informe que “se plantea la posibilidad de llevar a cabo un la rehabilitación de la roca como si de un edificio de piedra natural se tratara, de manera que las medidas que se puedan adoptar sean menos drásticas y permitan mantener el aspecto original en la parte inferior de la ladera, que conforman el punto más crítico por su valor monumental como pieza indispensable de la plaza.”
“Dado el carácter experimental de esta actuación y con objeto de contrastar sobre un caso real las pruebas realizadas anteriormente en laboratorio- ha explicado Enrique Ramos- se propone acometer la aplicación en dos fases, de modo que la primera se restrinja a un área limitada pero representativa, y sólo una vez confirmados los resultados positivos se amplíe la aplicación a todo el conjunto.”
El concejal de Proyectos y Obras, el socialista Enrique Ramos, ha señalado que el proyecto “establece intervenir, como primera fase, en una franja vertical de aproximadamente 4 metros de ancho que recorre la roca siguiendo el recorrido natural de los estratos hasta la malla superior situada aproximadamente a 12 metros de altura. Se trata pues de una superficie cercana a los 50 metros cuadrados.
La zona seleccionada se dividirá en áreas tratadas combinadas con otras zonas sin tratar para poder observar de esta forma el comportamiento de la roca con y sin tratamiento. Además se acordará una zona de un metro cuadrado para poder realizar fotografías de seguimientos semanales. Para este seguimiento semanal se han elaborado unas fichas en las que ese anotaran los datos que se obtengan. Si los resultados son positivos, se aplicara al conjunto de la ladera afectada.
Se escoge esta franja por contener una serie de situaciones que sirven a modo de ejemplo tipo que pueden ser extensibles al resto de las condiciones que presenta el conjunto. Es además una zona en la que se están produciendo desprendimientos que, aunque de escaso volumen son representativos del tipo de comportamientos que se pretenden evitar.”
El punto de partida es comprobar si el producto seleccionado en pruebas de laboratorio frena la erosion de las lutitas, un tipo de rocas que según los análisis previos realizados en laboratorio son las causantes del origen del 90 por ciento de los problemas de estabilidad de la ladera. Dado que la aplicación del producto se va a producir en primavera, se plantea inicialmente dejar pasar entre 4 y 6 meses para poder valorar correctamente los resultados de la aplicación del producto seleccionado.
Por último, el edil de Obras y Proyectos ha indicado que “aunque en principio el vallado existente será válido para ejecutar la obra está previsto el presupuesto un vallado más amplio en el caso de que sea necesario una zona mayor para la correcta aplicación del producto. “