La concejala de Igualdad, Duñike Agirrezabalaga, ha dado a conocer los datos de la memoria de La Casa de las Mujeres de Donostia referidos al curso 2017/2018, “datos que reflejan que la Casa situada en la calle Okendo, recibió 34.601 visitas durante ese período con una media al día de 140 visitas lo que representa un incremento del 45 por ciento respecto al curso anterior que diariamente recibió a 93 mujeres. Crece también el número de socias ya que de las 843 del período anterior se ha incrementado hasta las 1.023.”
Como ha explicado la concejala, “gracias a la instalación de una base de datos diseñada por los servicios informáticos del Ayuntamiento expresamente para la Casa de las Mujeres, podemos contar con datos estadísticos. Estadísticas que están fechadas en junio de 2018 y realizadas en base a 486 mujeres que han participado en los grupos de empoderamiento y en los talleres programados. Cifras por ejemplo como que el 73,66% de las usuarias viven en Donostia y cerca del 25% en el resto de Guipúzcoa. En cuanto a la edad, la franja que concentra la mayor cantidad de mujeres está entre los 56 y los 65 años que representa el 25%. Le siguen, por orden, la franja que va de los 46 a los 55 años, la de 25 a 35 años y la de 36 a 45 años, estas tres ultimas franjas todas ellas con porcentajes muy similares en torno al 18%. Las franjas de edad con menos representación son las que están por debajo de los 25 años y por encima de los 65.”
Otros datos sobre las usuarias de La Casa de las Mujeres: “El 60 por ciento tienen estudios universitarios. Le siguen a distancia, con un 18% las mujeres con estudios en Formación Profesional y otro 10% que posee estudios secundarios."
Duñike Agirrezabalaga ha destacado entre los numerosos grupos de empoderamiento existentes tres nuevos: “el de Mujeres con Discapacidad cuyo objetivo es analizar la doble discriminación que sufren las mujeres en estos casos y enfrentar situaciones de vulnerabilidad y desigualdad; el Taller de Musicoterapia como intervención terapéutica grupal dirigidas a mujeres que sufren dificultades emocionales, psicológicas o físicas, y el Taller de Empalabramiento como método educativo dirigido a mujeres migradas de países en los que no se habla español.”