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2019 URR 13      ENTREVISTA EN NOTICIAS DE GIPUZKOA

ERNESTO GASCO: “ANTES, DICIEMBRE ERA UN MES FLOJO CON UN 20% DE OCUPACIÓN Y AHORA LOS HOTELES ESTÁN CERCA DEL 80%"

El concejal de Turismo e Impulso Económico de Donostia, Ernesto Gasco, afronta una legislatura “cómoda” con el objetivo que siga aumentando el empleo

¿Qué objetivos principales trabaja en esta nueva legislatura, especialmente en sus delegaciones de turismo e impulso económico?

-Lo principal es generar empleo y actividad económica, que permita repartir la riqueza y regenerar los barrios. Crecer económicamente de modo sostenible basándonos en la estructura económica que tiene San Sebastián, con ciencia, tecnología y un sector servicios muy dinámico y competitivo. Buscamos, como en los cuatro años anteriores, seguir creciendo en empleo y en afiliados a la seguridad social.

¿El turismo está ya en el primer puesto del Producto Interior Bruto (PIB) en Donostia?

-Según los datos de la primera mitad del año, el sector servicios sigue siendo lo principal de nuestra economía, como en las ciudades europeas. Las industrias turísticas, no solo hotelería y hostelería, suponen un 13-14% del PIB. Seguimos siendo muy potentes en ciencia, investigación, educación e I+D+i, que son un 12-13% del PIB, y en torno al 11% corresponde al comercio. Tenemos también otro índice similar, que es el biosanitario, de envejecimiento... Tenemos una estructura diversa, un ecosistema plural que nos permite, si vienen momentos económicos complicados, tener un paraguas suficiente para aguantar. Para nosotros nuestro principal cliente es el conjunto de Gipuzkoa, incluso Navarra, Iparralde, Burgos... Las cosas que suceden alrededor son importantes para mantener el sector económico vivo. Mientras la crisis afectó mucho al comercio local en otros lugares, nosotros aguantamos un poco mejor porque tenemos una afluencia continua de franceses.

¿Le preocupa la proliferación de hoteles?

-Lo que hoy es un hotel, si no van las cosas bien en el turismo, se puede convertir en viviendas. En el hotel de la plaza Lasala, creado tras un concurso de la época de Bildu, se puso que a los diez años se podría convertir en viviendas por eso mismo. El debate existe pero depende del mercado. Si baja el turismo, muchos hoteles pueden convertirse en pisos.

¿Si hay muchos hoteles no pueden empezar a dejar de ser rentables?

-Creo que no nos debería preocupar si los hoteles van mal, sino si van demasiado bien y esa preocupación la tuvimos en la legislatura pasada y acotamos la situación. En la Parte Vieja no se puede seguir quitando espacio residencial y no se puede dar ninguna licencia más. En el centro de la ciudad hemos sido restrictivos y hemos prohibido que las viviendas puedan ser hotel. Otra cosa es que las oficinas sí puedan convertirse en hotel.

En ocasiones, el turismo se hace notar demasiado. ¿No?

-Un dato curioso es que el barrio de San Sebastián que tiene más plazas de hotel por habitante es El Antiguo y, sin embargo, no da una sensación de agobio. Por eso no son las personas que vienen a dormir a los hoteles las que pueden molestar. Si en agosto ha habido 76.000 personas durmiendo en San Sebastián, en mayo han sido 70.000. La diferencia no es muy importante, pero la sensación puede ser que hay mucha gente en determinados momentos. La realidad es que hay muchos excursionistas que vienen a pasar el día.

¿Cómo se puede saber qué cantidad de turismo pasa a ser excesiva en una ciudad?

-No tenemos un método y es lo que el nuevo Observatorio del Turismo quiere lograr. A través de la ocupación de los parkings, del uso de las tarjetas de crédito, a través de los móviles... Queremos tener datos de, por ejemplo, cuanta gente hay aquí un 12 de agosto. La Organización Mundial de Turismo (OMT) está impulsando el turismo sostenible y la calidad en el destino. El precio no es suficiente, porque la democratización del turismo sigue creciendo. En la última asamblea, la OMT ha abogado por trabajar en laboratorios de sostenibilidad homologables. Y nuestro observatorio va de la mano de la OMT. Ámsterdam o Venecia tienen problemáticas propias y la primera ha apostado por no hacer más eventos, por ejemplo. Nosotros ya decidimos no promocionar Donostia como destino de verano.

¿Se puede contabilizar también la gente que se aloja en los apartamentos turísticos?

-En otras comunidades autónomas se pide el carné pero en Euskadi no, por lo que solo se pueden hacer estimaciones.

¿Cómo está funcionando la ordenanza de pisos turísticos?

-Está dando sus resultados. Llevamos 300 juicios ganados de apartamentos que han sido cerrados, porque no cumplían con lo previsto, y estamos ganando todas las sentencias. Es una normativa que ha sido recurrida y otras similares en muchos lugares han sido rescindidas. Pero en nuestro caso está actuando correctamente, parece que está de acuerdo con la ley y de momento está dando respuesta a la situación, aunque siempre se podrá mejorar. Pero hemos podido parar ese fenómeno de gentrificación, que decían algunos.

¿Volveremos a tener noria en Navidad?

-Sí. Hay meses bajos, como diciembre, que eran muy flojos. La ocupación de los hoteles era del 15-20% y ahora están al 70-80%. No vamos a hacer dispositivos especiales, como Vigo o Madrid, pero con nuestro estilo, con una iluminación navideña propia, incorporando talento donostiarra, recuperando el río y con la feria de artesanía y producto local, que complementan a Santo Tomás, seguiremos trabajando. También era flojo noviembre, pero ahora con La Behobia y la maratón es otra cosa.

¿Se recolocará el cartel con el letrero de Donostia que se instaló en los jardines de Miramar?

-No. Parece que a la gente no le gustó y está bien que les escuchemos. Pusieron un cartel que no era el que se había contratado y ahora hemos pensado que, si la gente no lo ve necesario, no se pondrá.

¿Ha mejorado en los últimos tiempos la amabilidad en algunos sectores de hostelería, que muchos criticaban?

-Hay más de 1.000 establecimientos, por lo que hay de todo. Pero sí me consta que hay dificultades para conseguir personal cualificado. Sería muy interesante que se firmara un convenio laboral actualizado, como sucedió con los hoteles, aunque es verdad que no es lo mismo una localidad del interior de Gipuzkoa que de la costa. Hemos hablado con el Basque Culinary Center y con la Diputación de Cádiz, por ejemplo, para compaginar y hacer cursos de capacitación de nuestra cultura y costumbres, para que los que puedan venir a trabajar no lo hagan sin saber nada. Mejorará aún más la atención.

¿Qué trabajos está haciendo el Instituto del Pintxo creado el pasado año?

-Va a presentar una guía con los establecimientos que lograron el reconocimiento de sus pintxos. Pero queda trabajo por hacer. Parte de los nuevos establecimientos no pudieron ser testados y habrá que seguir porque es un proceso continuo.

Se está dando un cambio de modelo en los bares de Donostia, especialmente en la Parte Vieja. ¿Qué opina?

-Personalmente, me gustan los bares más tradicionales. Pero hay que entender que hemos logrado el mayor éxito posible. San Sebastián es la inventora del concepto de pintxo a nivel mundial. Otros tendrán banderillas, tapas... pero el concepto del pintxo, comer de pintxos... lo hemos universalizado. Es nuestro y no podemos perder la calidad. Pero hay que convivir con otros productos, que no son el máximo nivel, pero también lo hacen bien y el mercado terminará regulándolo.

¿Qué futuro le ve a Illunbe, que no desarrollará el proyecto comercial que tenía?

-Está complicado. Se podrían buscar fórmulas mixtas que fueran capaces de dar a Illunbe un contenido residencial. Es muy interesante hacer los nuevos enlaces para la ciudad sanitaria, para Miramon, donde van miles de personas a trabajar cada día. Si no se hace nada en Illunbe los enlaces habría que pagarlos entre todos. Necesitamos consolidar el crecimiento económico y mejorar la oferta de vivienda en alquiler, quizás en viviendas más reducidas, para parejas, familias pequeñas... y en Illunbe se podrían hacer apartamentos.

¿Estos apartamentos serían de carácter público o privado?

-Privado. Hay demanda. Lo hemos planteado y nos parece interesante que una empresa lo pueda hacer, al igual que un supermercado y otros servicios que hagan falta. Hace falta una política de vivienda que complemente la acción pública.

El parque tecnológico de Miramon es un motor fuerte en la zona.

-Está ocupado en cerca del 95%. Se va a hacer un nuevo edificio, que ya tiene empresas interesadas y quedan aún parcelas interesantes, en la “culebra” que une Miramon con Illunbe. Por eso serían muy interesantes los enlaces previstos. Nos ayudaría mucho a que vengan más empresas.

¿Cómo va el proyecto de Escuela de Diseño Empresarial que se preveía en el Palacio de Miramar?

-Propulsamos la iniciativa pero, bueno, se está reconduciendo. No tanto el centro, como las conexiones internacionales con centros que a nosotros nos interesan. Estamos pensando en organizar cursos.

¿Le preocupan los tambores de crisis que se empiezan a escuchar?

-La crisis está ahora más en Alemania y veremos si se traslada a Francia. Hay muchas empresas guipuzcoanas que dependen del mercado alemán y todo está interconectado.

De los distintos clústeres impulsados por Fomento de San Sebastián, ¿cuál es el que mejor funciona?

-El que va unido a la rehabilitación energética de Gipuzkoa, el Smart City. No hay más que pasear por la ciudad y ver los andamios. Quiero felicitar a los donostiarras que están renovando sus fachadas y están generando un sector de construcción sostenible muy especializado y que genera empleo. En Dinamarca existe un pacto nacional para ello. Aquí no, pero sí en Donostia. El surf también tiene importancia así como la moda, con la fuerza de diseñadoras como Isabel Zapardiez y Kontxu Uzkudun entre nosotros.

¿Qué tal la nueva legislatura, en la que el PNV se ha reforzado hasta diez concejales y el PSE ha perdido dos ediles y tiene cinco?

-En principio cómoda y con un gobierno solvente. Soy un demócrata convencido y, tras las elecciones, teníamos que defender a nuestros votantes y seguir aportando a la ciudad de San Sebastián. Decidimos consolidar un gobierno de coalición bueno para la ciudad. Ese gobierno fue fácil. Hay confianza y a los pocos días había un acuerdo. Seguimos llevando más o menos las mismas tareas, menos urbanismo. El PSE sigue siendo una referente en la ciudad y en su gobierno de coalición y compartido, que en otros sitios parece imposible. Nosotros cumplimos nuestros objetivos y bajamos a menos del 8% el desempleo. Consolidamos el sector turístico con calidad y nos han dado un premio de la OMT, sin ir más lejos.

El Bellas Artes dividió al Gobierno municipal y aún no hay un futuro para este edificio.

-Nosotros no hemos cambiado de posición y hemos defendido que hay que regenerarlo, dentro de las opciones del Plan General.

Como portavoz socialista, dígame unas palabras sobre cómo ve al resto de portavoces municipales. ¿Reyes Carrere, de EH Bildu?

-La relación es fluida y educada, pero por ahora no la conozco lo suficiente.

¿Borja Sémper (PP)?

-Es un viejo conocido de la política y la relación siempre ha sido amable. Creo que tiene que definir si él es del PP o no.

¿Aitzole Araneta (Elkarrekin Donostia)?

-No la conozco lo suficiente, pero me une a ella la solidaridad en la defensa de los derechos civiles de las personas diferentes.

¿Jon Insausti (PNV)?

-Es una relación fluida y constante y tenemos ámbito de diálogo permanente.

Como concejal de comercio de Donostia, ¿qué opina de proyectos como el gran outlet de Zaldunborda en Hondarribia?

-No estamos de acuerdo. En el caso donostiarra, ya dije hace dos años que no íbamos a hacer nuevas modificaciones del Plan General para impulsar más centros comerciales como el de Belartza. Comparto la idea de las asociaciones de comerciantes de Donostia y Gipuzkoa, que creen que perjudicaría al comercio más urbano.

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