El Inventario Municipal de Gases de Efecto Invernadero (GEI) correspondiente a 2017 arroja datos significativos respecto de la situación en San Sebastián y las medidas que vienen implementándose al respecto.
El concejal de Ecología, el socialista Enrique Ramos, ha señalado que “el Inventario indica que en 2017 se emitieron en San Sebastián 857 kilotoneladas de CO2, sin contar con las emisiones producidas por la industria. Eso signficia que cada uno de los donostiarras generamos de media 4,6 toneladas ese año.”
Ramos, que ha presentado los datos del Inventario Municipal de GEI, ha recordado que “las ciudades juegan un papel muy importante en la lucha contra el cambio climático, ya que buena parte de las emisiones responsables del calentamiento del planeta se producen a escala local. Desde hace más de una década, San Sebastián está diseñando planes y llevando a cabo acciones para reducir estas emisiones y adaptarse a los impactos que el cambio climático pueda provocar.
El concejal de Ecología ha destacado que “más de la mitad de las emisiones de CO2 son generadas por el transporte. Suponen el 56,5% del total y de esta cifra, un 63% son producidos por los coches particulares, el 28% por camiones y furgonetas y el 6,7% por los autobuses. Le siguen en volumen de emisiones el sector servicios, que generó en 2017 el 19 % del total de las emisiones, especialmente por consumo de electricidad, gas y gasóleo, y en tercer lugar el sector residencial, con un 16,6% del conjunto de las emisiones. Más atrás quedan la gestión de los residuos (7,3%) y el sector primario que apenas alcanza el 1%.”
El dato negativo es que, respecto de 2016, las emisiones de GEI en San Sebastián se han incrementado un 5,8% y las emisiones por habitante un 5,6%. Los mayores incrementos se han producido en el sector servicios (17%) y en el residencial (15%)
Enrique Ramos ha señalado que “el incremento no es aislado, es similar al que se produjo en el resto de la Comunidad Autónoma Vasca, tal y como se refleja en el Inventario de GEI publicado por el IHOBE y por Naturklima (Fundación de Cambio Climático de Gipuzkoa). ¿A qué se ha debido? Parte de este incremento tiene que ver con la producción de electricidad, pero también se debe al aumento del consumo de combustibles fósiles en los sectores de transporte, servicios y residencial. También se produjo un aumento en la generación de residuos, con un descenso de la tasa de recogida selectiva.”
La mayor parte de la electricidad que consumimos se genera fuera de Euskadi, y las emisiones asociadas a ese consumo dependen de la proporción de electricidad que se haya generado en el Estado a partir de fuentes renovables y de fuentes no renovables. Así, mientras que en 2016, para generar cada KWh de electricidad se emitieron 0,25 kg de CO2 equivalente, en 2017, debido a un menor uso de las fuentes renovables, cada kWh de electricidad supuso la emisión de 0,31 kg de CO2.
Con todo, el concejal de Ecología ha señalado que “pese a la buena evolución de los años 2007-2016, el incremento de las emisiones en 2017 nos sitúa ya ligeramente por encima de los valores deseables para poder alcanzar el objetivo de reducción de un 20 % en 2020 respecto al año 2007. Para llegar al objetivo de reducción del 40 % en el año 2030 serán necesarios esfuerzos adicionales.